Blogia
El año del escarabajo

LiFe JusT GoeS By

La inspiración es eso que llega en los momentos de mayor alegría o tristeza.

Hacía mucho que no escribía en ningún sitio, siempre con la misma excusa: no sé qué contar. O si tengo algo que contar, aunque sea una tontería no sé cómo hacerlo, me faltan las palabras. Pero hay algo que desde hace días quiero exteriorizar.

Hace casi una semana mi hermano nos dejó de la manera más bestia. A las doce de la noche un coche se cruzo en su camino y se lo llevó por delante. Imaginamos que tendría que terminar así. 35 años y lo que más hay escrito en su historia son accidentes de tráfico. Ni siquiera el "caballo" nos lo pudo quitar. Cuando hace 5 años tuvo el accidente que le costó la pierna, él mismo y sin ayuda profesional decidió dejar toda aquella mierda. Pero como decia mi madre, lo que no pudo la droga lo pudo un coche. Se me hace extraño no verle. Ya no tengo más pena ni más lagrimas que echar, pero sigo suspirando y repitiendome "no me puedo creer que haya muerto". Ya no habrá más broncas a la hora de comer, porque yo me quedo hasta las 2 y él siempre me tenía que llamar para que me levantantase. Ya no hay más curso. Ya no hay más tablas rebajadas con la Dremel ni pintadas con betún de judea. Ya no hay más Spiderman, ni más Digital +. Lo único que nos queda es... su recuerdo.

Han sido unos días muy raros para la familia y sobre todo para mí. Intento seguir con mi vida. Sigo riéndome de cada una de las tonterías que me encuentro, que veo por televisión, que leo o que me cuentan. Sigo haciendo el payaso, sigo con ganas de escuchar música. Intento hacer mi día a día como si no hubiera pasado nada. Pero entre todas esas cosas, cuando intento escuchar música, es como si de repente me enfermara y me tuviera que tapar por miedo al frío. La cabeza me molesta, la nuca me duele, los oidos me pitan y la música me cansa. ¿Por qué? Supongo que esta angustia seguirá en mí hasta que me acostumbre a no tener a mi hermano en casa.

Lo peor de todo son todos los proyectos que tengo en mente. Salamanca. Coruña. Santiago. Periodismo. Ahora que mi hermano ha muerto, mi otro hermano está a punto de casarse y haciéndose su propia casa, mi hermana lleva unos años casada, con hijo y en su casa lejos de mi pueblo, qué pasa con mi madre? En todo esto es la que más está sufriendo. Y la culpabilidad me hace pensar en posponer todos los proyectos para no dejarla sola. Pero al mismo tiempo me da miedo quedarme a solas con ella por si se echa a llorar y no sé qué hacerle. Gustavo me había dicho de que cuando un día se sintiera con la moral baja le diera un abrazo, pero sé que será peor, nos pondremos a llorar los dos por la desgracia que nos ha caído. Yo solo quiero que la familia siga como estaba! Tan malo es pedir eso?

Hoy estabamos haciendo una limpieza en el cuarto de mis hermanos y nos encontramos una foto de él de cuando vino de permiso del hospital sin la pierna que le habían cortado. Mi madre la ha puesto en el espejo de su habitación. Yo me puse a revisar páginas y de repente, en un fotolog el corazón me dio una punzada. La verdad no me esperaba algo semejante. No tengo palabras. Así que...

Ahora también es momento para dar las gracias a mucha gente que me ha dado su apoyo, su brazo y su hombro para llorar. En especial a mis 3 mosqueteros de siempre: a Pablo, por nuestras conversaciones "degeneradas" :·P, a mi archangel que como siempre está ahí para mí cuando lo necesito y por ultimo pero no menos importante, a mi hermano virtual simplemente por existir.

Porque cuando una familia aminora, la de los amigos se hace más grande. Gracias a todos.

0 comentarios